El comienzo de la ejecución del plan D
Los días que vienen serán muy difíciles, la situación de Ollanta Humala comienza a ser desesperada, todo indica que dentro de escasos 10 días terminará perdiendo una vez mas las elecciones.
La pregunta que flota ahora en el ambiente es si él y sus seguidores, algunos de los cuáles son fanáticos, serán capaces de aceptar la derrota en la urnas y aplazar por 5 años más sus aspiraciones de llegar a la presidencia del Perú.
En mi artículo “Existe un plan D para Ollanta Humala” advertí de la posibilidad de la existencia de un plan alternativo que consistiría en organizar y movilizar a seguidores desde las redes sociales, ahora habría que agregar la posible infiltración de agitadores profesionales en lugares sensibles del país.
Como recordarán dividí los planes anteriores de Ollanta Humala en tres situaciones distintas, por las que ha optado a lo largo del tiempo, para intentar llegar a la presidencia:
El plan A consistió en un intento fallido de golpe militar contra el gobierno de Alejando Toledo, acto ilegal que es más conocido como el “El Andahuaylazo”. Este plan fue ejecutado por Antauro Humala, hoy en prisión, siguiendo las ordenes directas de su hermano Ollanta Humala.
El plan B fue un intento fallido, pero honesto, de llegar a la presidencia el 2006 por el camino de participar en las elecciones tal como manda la Constitución. Su derrota ante Alán García fue contundente.
El plan C se esta ejecutando ahora y consiste en corregir defectos del Plan B y ganar las elecciones del 2011 camuflando al candidato con una imagen de hombre bonachón, bien vestido, indefenso y suavizando su discurso y plan de gobierno con la clara intención de engañar a los ingenuos.
En ese artículo me preguntaba sobre lo que pasaría si también fracasaba el plan C e indicaba que era posible que se este gestando un plan D. Este plan D consistiría en intentar generar el caos desconociendo los resultados electorales y arguyendo fraude electoral.
Los ataques de ayer, de simpatizantes descontrolados contra la candidata Keiki Fujimori no hacen mas que demostrarnos que Ollanta Humala no controla del todo a sus huestes. No es posible que con los antecedentes que ya teníamos de ataques en las últimas semanas a otras personalidades no haya podido dar una orden terminante a sus seguidores para que dejen de realizar estas agresiones.
No queda mas que hacerme la pregunta: ¿O tal vez es, que todo esto forma parte de una estrategia orientada a ir aumentando las tensiones conforme se va acercando el día de las elecciones?
Es una clara señal del descontrol y el que caos que podría caer el país si Ollanta Humala no es elegido presidente, la actitud de estos incontrolados es impredecible.
Ahora aparece una nueva variable en el panorama, que ante la tendencia que muestran las encuestas, parecería consistir en intentar adelantar la ejecución del plan D boicoteando las elecciones del 5 de Junio fomentando graves desordenes en la zona centro y sur del Perú haciendo imposible la realización de los comicios.
En un aplazamiento forzoso de las elecciones solo podría estar interesado aquel que se sabe perdedor. Pongamos mucha atención a este “sorpresivo” aumento de las movilizaciones y protestas sociales de las que estamos siendo testigos estos días en Puno y otros lugares, no son producto de la casualidad, alguien las esta orquestando con intenciones que podemos intuir.
Existe un problema real del que el gobierno actual deberá de ocuparse con mucho tino y prudencia, evitando a cualquier precio desencadenar un acto de violencia descontrolada que tendría serias consecuencias para nuestro sistema democrático.
Debemos de evitar desde ya esa sensación reinante en las comunidades mineras del sur andino que creen que el único que puede atender sus reivindicaciones y sus demandas es Ollanta Humala. Que el gobierno en las reuniones con los dirigentes, que representan al pueblo, encamine desde ya una solución creíble a sus demandas. Esto apaciguaría al país y permitiría que las elecciones se realicen normalmente.
Como ya he dicho anteriormente mientras mas contundente sea el triunfo en las urnas mas presión tendrán aquellos que pretendan desconocer los resultados. Vayamos todos a votar para asegurar que nuestra democracia y el Perú continúen en el camino del progreso que hemos emprendido con mucho esfuerzo hace mas de dos décadas.
Jorge Avellaneda Indacohea