Una de las primeras mentiras del gobierno electo
El festival de ofertas que realizó el candidato de Gana Perú durante la campaña electoral comienza a pasar factura. Estas incomodas situaciones son frecuentes en campañas electorales populistas que tienen como objetivo conseguir el voto del elector a cualquier precio, sin importar la veracidad de sus propuestas, basándose en la ingenuidad de la gente sencilla.
El problema aparece ahora, porque esa gente sencilla se ha creado expectativas e ilusiones reales, que luego llegado el momento reclamarán. Existen especialistas de la demagogia y la farsa política que son los encargados de asesorar al candidato con falsos argumentos que venden bien sus propuestas y compran votos.
Una vez conseguido el objetivo de ganar las elecciones, son estos mismos “expertos” los que elaboran también las explicaciones necesarias para desmontar el tinglado. Se ocupan de que quede claro que hubo malas interpretaciones, que se entendió lo que no se quería decir, que se saco de contexto la frase, etc.
Así pues, este sucio juego consiste en que una vez con los votos en el bolsillo y como el proceso electoral no se puede revertir, los candidatos olvidan lo que prometieron al pueblo y hacen lo que les da la gana, o mejor dicho, lo que siempre pensaron hacer.
Este incumplimiento descarado de promesas genera un gran malestar en la población, tanto en aquella que siempre se díó cuenta de que estaba siendo objeto de un engaño, así como de aquellos que fueron burdamente engañados.
Los primeros se enfadan porque confirman que lo que habían identificado desde el principio era verdad: Se trataba de una estrategia política del adversario, basada en la mentira, para ganar votos fácilmente. Los esfuerzos de este grupo de la población por intentar transmitirles a los demás que estaban siendo objeto de un descarado engaño resultaron vanos.
Los segundos se enfadan cuando ven que esas promesas que les hicieron votar por un determinado candidato comienzan a diluirse y a relativizarse, en un enjambre de palabras técnicas que les resultan difíciles de entender. Explicaciones y frases mucho mas difíciles de entender claro, que aquellas propuestas grandilocuentes lanzadas con soltura al aire mientras se está a la caza de votos.
El enfado de los primeros es aún mayor cuándo perciben el descaro con el que se desbaratan las promesas realizadas, confirmándose así que han conducido a un resultado electoral que se podría considerar injusto.
Un ejemplo con el que nos hemos encontrado en estos pocos días que han pasado desde que tenemos un nuevo gobierno electo esta relacionado con el precio del balón de gas.
“Con la propuesta nacionalista el gas costará 12 soles y no más de 30 soles como ahora. Todas estas injusticias, todo este saqueo del país, se acabarán a partir del 28 de julio” dijo Ollanta Humala en el mitín en San Martín de Porres de Febrero.
En su visita a Trujillo en Mayo se ratifico y dijo “Si hablamos del Gas Natural (GN), por supuesto que se pueden alcanzar esos niveles (12 soles).
La noche del jueves 5 de abril, en su mitin de cierre de campaña en la plaza Dos de Mayo se pregunto ante miles de simpatizantes el motivo por el cuál el precio del balón de gas asciende a 35 soles cuando en otros países productores está a 12 soles.
Esta misma promesa, con mas o menos palabras, fue utilizada permanentemente durante toda la campaña electoral, despertando muchas expectativas en la población y porque no decirlo influenciando en sus votos. No olvidemos que tanto aquí en el Perú como en casi todos los países del mundo la gente vota pensando en su bolsillo.
Ahora que ya consiguieron los votos que querían, al gobierno electo no le queda otra alternativa que acercarse nuevamente a la realidad y decir la verdad. Así comienzan los desmentidos. Ahora muchos peruanos se dan con la sorpresa de que miembros del equipo de transferencia de Gana Perú, dicen que la promesa del Gas a 12 soles no es viable.
Uno de ellos argumentó: “No hubo nunca esa promesa por parte de Ollanta Humala, sino la propuesta de gas barato, que está incorporado en la hoja de ruta. Los gases que cuestan 12 soles, como es el caso boliviano, tienen un enorme subsidio. Nosotros creemos que hay condiciones para reducir el precio del gas sin llegar a los peligros que significa incrementar los subsidios”.
Es indignante comprobar que todo esto fue un burdo engaño premeditado para ganar votos. Votos ganados de forma desesperada, sin argumentos matemáticos válidos.
¿Cuántas sorpresas mas nos llevaremos, los peruanos y el mundo, antes de la toma de poder por parte de Gana Perú el 28 de Julio?
Jorge Avellaneda Indacochea