El capital no tiene nacionalidad ni patriotismo
Nos encontramos a algo mas de dos semanas para que el nuevo gobierno asuma sus funciones y es lamentable que estemos entrando en situaciones que comienzan a desequilibrar la confianza de los mercados en la estabilidad económica y de la ciudadanía en la gestión política.
Es notoria la falta de experiencia de los responsables del que será el nuevo gobierno que parecería no terminan de entender que ya no se encuentran en la oposición y que ahora les toca comenzar a asumir responsabilidades de gobierno tomando decisiones rápidas y acertadas sin pensar en echarle la culpa a nadie.
No es aceptable que el enfriamiento de la economía que se esta produciendo se le achaque al gobierno saliente cuando es de todos conocido que el motivo esta en que el futuro gobierno no termina de dar señales claras que inspiren confianza en los inversores.
Desde el triunfo de Ollanta Humala, hace ya mas de un mes, los mercados exigen conocer los nombres de los nuevos responsables de la gestión económica para poder intuir las lineas generales de la futura administración. Esta claro que mientras no existan señales que aseguren las inversiones los capitales prefieren mantenerse a la espera.
El capital no tiene nacionalidad ni patriotismo, se orienta aquí y en cualquier parte del mundo en la seguridad y beneficios que pueda obtener de una inversión. El nuevo gobierno debe de ser consciente de ello y reaccionar adecuadamente a las demandas de seguridad que exige el mercado para evitar debilitar nuestra economía. Todos sabemos por experiencias del pasado lo que puede significar el comienzo de una caída económica que una vez que comienza es muy difícil de detener.
Por otra parte la gestión de la crisis ocasionada por la sorpresiva aparición de Alexis Humala, hermano del presidente electo, en Rusia conversando con autoridades importantes sobre temas relacionados con los recursos naturales del país como son el gas y la pesca, deja mucho que desear.
No ha habido una explicación convincente y única que diera la sensación de que alguien tiene el comando de la nave en sus manos. Demasiadas contradicciones, desacuerdos, declaraciones en uno u otro sentido por parte de los nuevos responsables políticos han dañado la imagen del Perú en el exterior y la imagen del nuevo gobierno en el interior. La nota de la embajada Rusa en relación a este caso, en la que responsabiliza de la reunión a los responsables del nuevo gobierno electo, ha sido un duro golpe para el gobierno electo y una pésima señal para la ciudadanía.
Todos los peruanos deseamos que el nuevo gobierno comience con buen pie y que no se detenga el progreso económico. No creo que haya ningún peruano irresponsable al que se le pueda ocurrir utilizar artimañas que hicieran daño al país tan solo por dañar al adversario político. Todos estamos dispuestos a darle una oportunidad al nuevo gobierno pero eso no significa que le otorguemos un cheque en blanco, deben de gestionar las difíciles situaciones que se vayan presentando con sabiduría y asumiendo las responsabilidades que correspondan.